Sitges 2015 – Slow West y Assassination

Slow West

Argumento: Un joven viaja por el Salvaje Oeste buscando a su amorcito. Se encuentra a Magneto que le ayudará. Quizás.

Esta película va de que si tu quieres a una chica, pero ella no te quiere a ti, supéralo imbécil. El protagonista sigue a su amor desde Escocia hasta América, a pesar de que ella le dijo varias veces que no tenía ese tipo de interés por él. A pesar de ello, el protagonista decide ir por a ella, llegando al punto que hay un momento que dice “She is mine”. La capacidad de auto-engaño del chaval es alucinante. O lo sería, si no fuera tan normal. En serio tíos, si es que no, es que no, joder.
En fin. La historia en si está muy bien. El protagonista es un chaval acabado de llegar que no sabe donde diablos se ha metido, y tiene que aparecer Magneto, digo, Fassbender, a salvarle el culo. No desinteresadamente, claro, le cobra por hacerle de maestro/guardaespaldas, al tiempo que le está usando porque hay una recompensa por la cabeza de la chica y su padre.
Es, de nuevo, un poco ver como iba la vida en esa época. Masacres de indios, estafadores, bandidos, asesinos, gente que cae en desgracia, muertes por cuatro dólares. Realmente nada nuevo, es un Western normalito, pero los actores lo hacen muy bien.
Me encanta lo irónico del final de la historia del chaval, la verdad.
Y hay un par de niños que me dan mucho miedo porque todo el mundo que va con ellos acaba muriendo. Para mí que eran shinigamis o algo.

Assassination

Argumento: 1933. Una asesina coreana tiene de encargo matar a un oficial japonés.

Esto sí que es una película de complots de asesinato, leñe. Que mal me dejó The Assassin, diablos.
También es un poco estafa lo de la sinopsis. No es que la saquen a ella de la prisión para el atentando. Sacan a todo un equipo. Hay varios personajes, no es solo ella, aunque acaba recayendo gran parte del peso de la historia en sus hombros.
Se resume en que, tras la ocupación japonesa de Corea, hay descontento generalizado, sobretodo por la masacre de más de 3000 civiles en Manchuria por parte de los japoneses para “castigar” a la población por las protestas. Los japoneses, ya sabéis, honor, samurais y muy educados. Ja.
La cosa se complica cuando resulta que uno de los conspiradores es un agente doble, y contrata a unos asesinos para eliminar a los… otros asesinos. Y más todavía cuando la protagonista resulta ser la hija “secuestrada” de uno de los objetivos, con una hermana gemela viviendo con el mismo para liarla un poco más.
Además, a los segundos asesinos les dicen que a quien tienen que matar son aliados de los japoneses, así que realmente están todos en el mismo bando pero no lo saben.
Una risa. La que se echa el agente doble.
Hasta que le descubren, y entonces tiene que huir, pero los primeros y segundos asesinos no saben que es un traidor, y madre mía. El espectador no tiene problemas con seguir la trama, la verdad es que se lo han montado para que tuviéramos claro que ocurría, pero los personajes van como pollos sin cabeza y es una delicia de ver.
La protagonista, que es al fin y al cabo lo que me convenció para ir a ver la película (bueno, complots de asesinato siempre son interesantes), tiene el pequeño problema que creo que los guionistas no sabían muy bien que hacer con ella.
Cuando aparece por primera vez, es badass de cojones y super segura de si misma. Si hasta dice sólo empezar que lo de ir a Seúl le mola porque así podrá tirarse a alguien.
Luego, por casualidad conoce al segundo asesino antes de que a este le contraten, y medio se enamoran o algo.
A partir de ahí, ella resulta ser una incompetente social que apenas sabe como sonreír (a pesar de haberlo hecho en las primeras escenas).
Llega al punto que hay un momento que se tienen que besar para escapar de una celda, y la chica se vuelve tsundere y le suelta un “pero conste que no lo hago porque me gustes”.
Encima, cuando llega el momento de acabar con el objetivo, ella duda y se tiene que encargar él, y es él quien tiene el showdown final guapo con el espía doble (luego es ella quien lo remata, pero la escena chula la tiene él).
Es como que tenían un personaje femenino currado, y vino alguien y dijo “no no no, si hay mujeres tiene que haber romance”. Que no es que me parezca mal, de base, y el segundo asesino mola bastante, pero su relación está puesta con calzador y mal escrita. Es raro considerando que el resto de la película está muy bien.
En conclusión, me ha gustado mucho, con sus pequeñas cosas, como siempre, pero buena.